Edición de textos


Taller de edición periodística con Alex Grijelmo
https://docs.google.com/file/d/0B-PgMr75WTrYS1o3VWcxRXlIVW8/edit?pli=1


Como cronista, qué preguntarse antes de enviarle la nota a un editor, Leila Guerriero
https://docs.google.com/file/d/0B-PgMr75WTrYS1o3VWcxRXlIVW8/edit 




Edición: haga valer cada palabra
Adaptado de : Steve Buttry, steve.buttry@owh.com,

Los buenos cronistas  siempre recaban más información de la que realmente utilizan en sus historias
Necesitan organizar la información y escribir historias compactas donde cada palabra sea significativa.

Planifique escribir de forma compacta

Coordine con su editor. Converse con su editor sobre las particularidades de la historia que piensa escribir antes de comenzar a recabar información.. Esto ayuda a que usted no desperdicie el tiempo recabando información que posteriormente no utilizará.

Tenga presente al lector. La falla  de algunas historias extensas es que se escriben en función de las fuentes y no de los lectores. Pregúntese por qué está incluyendo determinada información en un artículo. ¿Para causarle impresión a sus fuentes con su conocimiento? ¿Para quedar bien con una fuente? ¿O para informar al lector? Para la mayoría de las historias, usted debería escribir pensando en el lector promedio quien efectivamente leería la nota.

Haga que su historia sea productiva. Piense en la información que al lector le puede interesar o utilizar.

Considere los seguimientos, las columnas laterales y las gráficas. No debe amontonar toda la información recabada en un único artículo. ¿Algunas cifras o datos podrían ser expresados de mejor manera mediante el uso de gráficas? ¿Podría situar cierta información secundaria en una columna lateral o en un apartado?

Escriba mientras recaba información. Mientras que investiga y realiza entrevistas, comience a escribir el artículo. Esto lo ayudará a desarrollar y pulir su enfoque con anticipación y a escribir una historia compacta.

Establezca el ritmo desde el encabezado

El encabezado establece el ritmo de su historia. Un encabezado breve y sólido, invita al lector a enfrentarse a un texto que promete una lectura dinámica y entretenida. Un encabezado pesado no atrae la atención.

Seduzca al lector. Escriba algo llamativo, contundente, breve y sugestivo. Si el encabezado captura la esencia del contenido del artículo, el lector seguirá leyendo para informarse sobre la historia.

Reduzca la longitud de los encabezados. La mayoría de los encabezados largos son pesados y no fluyen dinámicamente. Verifique el largo del encabezado y si es necesario cuente el número de palabras que lo componen. A veces, una frase corta contundente resulta muy efectiva.

Reduzca la puntuación. La mayoría de los mejores encabezados tienen un sólo signo de puntuación, el punto y aparte. Observe la presencia exagerada de otros signos de puntuación. Intente escribir una oración con sólo una coma como máximo..

Minimice las atribuciones. Las atribuciones extienden la longitud del encabezado y de la misma forma le suman fragilidad. Determine si puede escribir el encabezado con información fundada en hechos en lugar de atribuírsela a una fuente.

Elimine los números. Si utiliza números en el encabezado, el impacto debe ser trascendente y el significado y enlace inmediato de los mismos debe ser claramente evidenciado por el lector promedio.

Escriba un encabezado alternativo. Si su encabezado sobrepasa las 20 palabras, escriba un encabezado más corto y compárelo con el original. No acepte un encabezado extenso.

Conserve un enfoque puntual

Pregúntese cuál es el tema de la historia. Una historia compacta no es simplemente una historia breve. Es una historia con un enfoque claro y puntual. Pregúntese frecuentemente mientras que recaba información y escribe la historia, cuál es el tema de la nota, por qué el lector querría leerla.

Escriba un titular. La redacción de un titular lo puede ayudar a encontrar el foco del artículo.

Cuente su historia en tres palabras. Bill Luening del Kansas City Star recomienda identificar el eje central de la historia tras resumirla en tres palabras: un sustantivo, un verbo activo, y un objeto: “Generalmente estos elementos emergen como temas en lugar que como eje central de la historia, pero pueden conducir al resumen del tema. Tal vez, si la historia es una narrativa, puede dividirla en introducción, desarrollo y desenlace. La historia del Flautista de Amelín podría resumirse de la siguiente manera: las ratas invaden la ciudad, la ciudad contrata a un cazador de ratas, el cazador de ratas mata a las ratas, la ciudad traiciona al cazador de ratas, el cazador de ratas se roba a los niños. Moraleja: cumpla su palabra o los flautistas se cobrarán venganza”.

Encuentre la sorpresa. ¿Hubo algo que lo haya sorprendido mientras buscaba información para la nota? Quizás ése deba ser el foco de la historia.

Identifique la emoción. Luening le pregunta a los redactores, “¿Dónde se oculta la emoción? De la misma forma en que lo expresa un amigo, ¿cuál es el núcleo emocional de lo que han descubierto?”

Tenga presente cuál será el final de la historia. Decida dónde y cómo quiere que termine el artículo. El final o remate de la historia es tan importante como el principio. Debe provocar un efecto en el lector.

Identifique y evite los desvíos. Los desvíos son comunes en las historias extensas. Intente que la historia sea directa, y presente una estructura armoniosa entre el comienzo y el final. No incluya variaciones que no son parte de la esencia de la historia. No intente utilizar toda la información que contiene su libreta de apuntes.

Tómese el tiempo necesario para rescribir

Los mejores resultados para obtener una historia sólida y compacta se obtienen mediante la reescritura. Los consejos que se describen a continuación son técnicas aplicables a casi todas las clases de artículos:

Lea en voz alta. La lectura en voz alta ayuda a identificar aquellas oraciones inconsistentes, extensas y todo elemento que evidentemente debe ser eliminado o resumido.

Verifique cada oración. Luego de haber finalizado, examine cada frase y observe si se puede eliminar una palabra o directamente una frase sin alterar el significado.

Utilice palabras concretas y necesarias que justifiquen el texto. Si piensa haber terminado la historia y el editor le dice que debe hacerle algunos recortes, trate de encontrar palabras más concretas. Determine si puede recortar palabras sin dañar el contenido. Considérelo como una rutina.

 Desafíe el uso de cualquier verbo frágil. Siempre que encuentre verbos tales como hacer, tener, o conseguir, vea si puede sustituirlos por verbos más sólidos. Esto no significa utilizar sinónimos de estos verbos, como ser obtener en lugar de conseguir o poseer en lugar de tener. Intente comunicar el mismo concepto de la oración mediante el uso de un verbo más sólido.

Escriba con verbos activos. Los verbos activos no sólo fortalecen el sentido de sus oraciones, sino que también ayudan a abreviarlas. Los verbos pasivos por lo general requieren del uso de un número mayor de palabras. El sujeto de la oración debería ser el eje de la acción.

Elimine las palabras imprecisas. Es poco común que encuentre una oración optimizada por el uso de la palabra “muy”. Vea si encuentra otras palabras tales como, “muchos” e intente eliminarlas o remplazarlas.

Reduzca el uso de adverbios. En lugar de usar un verbo modificado por un adverbio, vea si puede usar un verbo más preciso que no necesite ser modificado: correr en lugar de caminar rápidamente.

Reduzca las atribuciones. Si sabe que algo es verdad, no necesita atribuírselo a una fuente.

Evite el uso de palabras sofisticadas. No emplee la palabra utilizar cuando no dice más que la palabra usar. No escriba aproximadamente cuando puede decir alrededor. No escriba adquirir cuando puede expresar lo mismo con el verbo comprar.

Sintetice las frases. Cuando encuentre una frase que enlace varias preposiciones u oraciones consecutivas, considérelo como una invitación para sintetizar. Intente combinar o eliminar ciertas oraciones. Quizás simplemente necesite dividirla en dos o tres oraciones.

Diga lo que es y no lo que no es. No puede siempre hacer esto. Algunas veces debe decir lo que no es. Sin embargo, a menudo puede fortalecer y abreviar las oraciones si dice lo que es en lugar de lo que no es.

Detecte las palabras , explicaciones o hechos redundantes, y elimínelos.

No debe citar a todos los entrevistados. ¿Las citas que ha incluido contribuyen a comunicar un concepto o idea en particular? ¿Representan un anticipo de la historia? Si simplemente está citando a alguien porque habló con él, no es necesario que lo cite si dicha información o comentario no es crucial para el artículo.

¿Cuál es el tema de la historia? Luego de haber concluido su primer borrador, pregúntese nuevamente cuál es el tema central de la historia. Algunas veces su visión puede cambiar a medida que progresa o realiza modificaciones en la redacción. Luego pregúntese si el encabezado es un fiel reflejo del contenido de la nota. De no ser así, debe determinar si ha perdido la noción sobre cuál es el eje central de la historia, lo cual significaría rescribir el cuerpo del artículo para respetar la esencia del encabezado, o si ha comprendido de mejor manera la historia a medida que avanzó en la instancia de redacción, lo cual significaría rescribir el encabezado para reflejar una nueva interpretación del contenido de la nota.


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